Paellas Gigantes Galbis

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Con más de 35 años de experiencia, está especializada en la elaboración de eventos multitudinarios donde prepara la tradicional paella valenciana de dimensiones gigantescas.

En 1963 Don Antonio Galbis, fundador y propietario de las empresas Galbis, baja de Gavarda, su ciudad natal, a L’Alcudia, instalando en esta población su restaurante, el cual ha estado regentando y dirigiendo durante 50 años. Entusiasta de la gastronomía, perseverante y con vocación, consigue hacer subir su restaurante a cotas tan altas que le lleva a codearse con los grandes cocineros de su generación como Cándido (Segovia), Currito (Madrid y Santurce), La Trainera (Madrid), etc., y a participar en jornadas, seminarios y semanas gastronómicas por toda España, acompañado por su hijo Juan Carlos Galbis, cocinero profesional, profesor de cocina, asesor y director de su propio negocio.

La esencia del restaurante está representada por la cocina mediterránea y sobre todo, la valenciana, siendo especialista en arroces de paella.

En 1980 creó la empresa de paellas gigantes que actualmente regenta su hija Gema Galbis, y que llevó a D. Antonio y a todo su equipo a recorrer la península ibérica y a viajar por medio mundo: El Salvador, Venezuela, Brasil, Méjico, San Juan de Puerto Rico, Alemania, Francia, etc.

En 2001, contratado por Fairy, se atreve con el record Guinness y acepta el reto de “COCINAR LA PAELLA MÁS GRANDE DEL MUNDO, Y LIMPIARLA LUEGO CON UN LITRO DE FAIRY”. Don Antonio y su gran equipo de profesionales lo consiguen en Madrid, en el barrio de Moratalaz, el día 2 de octubre de 2001. La paella de 21,5 metros de diámetro tuvo que trasladarse por piezas y efectuar su montaje allí mismo. La superficie se pulió varias veces para retirar todo el óxido que provocó el ensamblaje de las piezas. En su elaboración se utilizaron los siguientes ingredientes que dieron de comer a 110.000 vecinos del barrio:
6.000 kg de arroz
5.000 kg de verduras
12.500 kg de carne: pollo, conejo y pato
1.100 litros de aceite
235 kg de sal
28 kg de especias
1 kg de azafrán en flor
15.000 litros de agua

Para calentar la sartén se utilizaron 30 toneladas de leña y se elaboró una pasarela para que los cocineros pudieran remover todos los ingredientes con unas enormes palas. Se empezó a cocinar a las 9:00 de la mañana y a las 13:30 ya se estaban sirviendo los primeros platos con un resultado de exquisito sabor.

Don Antonio había vencido y, hasta la fecha, sigue ostentando la titularidad de este récord Guinness de difícil superación.